Por Pablo Tapia
Del 17 al 19 de septiembre tuvo lugar en la sala Laín Entralgo de la Facultad de Medicina de la UCM el VIII Congreso de Educación Médica, organizado por el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina y con una asistencia aproximada de 1000 estudiantes de toda España.
Como entidad colaboradora, el 18 de septiembre a las 11:30 AsBioMad organizó una macroponencia denominada “Innovación en salud: ¿cómo se abordan los nuevos paradigmas?”. El objetivo de este congreso era dar una visión global de la medicina, y esta jornada en concreto tenía el papel de poner al corriente a los futuros médicos del país sobre las herramientas más novedosas en biomedicina y biotecnología sanitaria. Yo fui uno de los estudiantes que llenó aquella sala (aunque en mi caso estudio biotecnología y no medicina) y, tanto yo como toda las personas con la que he contrastado mi opinión, estamos de acuerdo en que las charlas cumplieron perfectamente con su cometido.
El primer ponente fue Juan José Beunza y el tema de su ponencia fue “Educación interprofesional: gestión de personas tóxicas”. La charla de Juanjo atrapó a la audiencia desde el primer momento. Nos habló sobre cómo ha cambiado la configuración de equipos, actualmente todos multidisciplinares, en los que los médicos ya no trabajan solo con los enfermeros, sino que día a día tienen que lidiar con otros profesionales como químicos, biotecnólogos, etc. Mediante ejemplos muy gráficos y utilizando su propia experiencia personal nos demostró que lograr una buena sincronía en un equipo de trabajo no es tan fácil como parece. Para que el ambiente sea idóneo y los resultados exitosos es necesario que el médico (en este caso) trate a sus compañeros como las personas que son, siempre con buenas palabras, refuerzo positivo y respetando las decisiones que cada profesional tome en la parcela en la que es experto. Nos hizo interiorizar la relevancia de la formación transversal y la importancia de saber manejar emociones.
Por último le llegó el turno a José Rivera, investigador del CNIC. José tuvo una ponencia más breve que los otros dos ponentes pero igualmente intensa. Primero habló de uno de los nuevos paradigmas biomédicos: las vacunas de ADN. Es indispensable que los estudiantes de medicina, acostumbrados a tratar las vacunas tradicionales que se utilizan hoy en día, empiecen a tener noticia de las técnicas punteras que van a ser utilizadas en el mañana y las vacunas de ADN son una de las grandes promesas en este campo. Para finalizar José nos ofreció su experiencia como investigador en progeria, una enfermedad rara de envejecimiento acelerado y cómo, a partir de los descubrimientos sobre esta enfermedad, podremos conocer mejor los procesos a nivel molecular que sigue nuestro organismo según transcurren los años.
Concluyo dando las gracias a los tres ponentes, todos ellos doctores, profesores de la Universidad Europea y excelentes profesionales, por ponernos al día con sus palabras sobre innovación en la salud. El conocimiento aumenta de forma exponencial, no nos podemos quedar atrás.