Por Lidia Ripoll | Todas las fotos del evento pinchando aquí
Como cada año la Federación de Biotecnólogos de Madrid y una de las Asociaciones miembro prepararon el Congreso Anual de Biotecnología, BAC. Esta vez fue la ciudad de los Maldonado, Salamanca, la que acogió con gusto esta novena edición del congreso.
Los pasillos llenos de gente en busca de la sala a la que ir, las salas de conferencia atestadas de personas y cámaras, los cursos científicos, las comidas en el comedor universitario, los cócteles que se acaban rápido, las fiestas nocturnas, la elegante cena de final de congreso… fueron como cada año ingredientes esenciales del BAC. No obstante, el BAC de este año fue único.

No solo era la primera vez que se celebraba el congreso en la hermosa ciudad de Salamanca sino que con este congreso se estrenó nuevo formato de los BAC. Ya por abril empezaron las preguntas sobre lo que eran el SciBAC y el EstuBAC, pero hasta que no estuvimos en el congreso no vimos con claridad este nuevo formato de dos congresos en uno.

Todos aquellos investigadores que quisieron presentaron su trabajo a concurso en el SciBAC. Para ello enviaron un abstract de su trabajo, colgaron su póster en la zona habilitada para ello dentro de la Hospedería del Colegio Mayor Arzobispo Fonseca de Salamanca y presentaron de su proyecto en una de las salas de congresos. Mientras que en el SciBAC se daban charlas en inglés y se presentaban proyectos en el EstuBAC pasábamos el día entre biomentoring y charlas científicas, todo ello en español. Aunque los asistentes a este último congreso no podíamos acceder al concurso que llevó al mejor abstract a aparecer en el New Biotechnology Journal, sí que pudimos asistir a las charlas del SciBAC y ver más de cerca los últimos proyectos de los jóvenes biotecnólogos en España. También nos encontramos más de cerca con algunos de los ponentes del congreso en el Biotech Meeting Point (BMP) en el que destacaron especialmente dos socias de AsBioMad, Clara y Andrea, que se llevaron el premio ganador del BMP.
Pero, como ya he dicho, el BAC no solo tuvo brillantes conferencias como la de Luis Herrera o la del premio Nobel Robert Huber, sino que las noches también formaron parte del congreso. En el programa social encontramos noches de tapas, fiestas, visitas guiadas por Salamanca, noches de bares por Salamanca y otras actividades con las que los salmantinos nos enseñaron lo viva que es su hermosa ciudad y los asistentes del congreso pudimos conocernos mejor y conocer más de cerca a los ponentes.
Como cada año el BAC empieza y se acaba, y como cada año este final nos deja con un sabor agridulce esperando que el congreso vuelva a empezar.