La Asociación Española de Bioempresas (AseBio) presenta todos los años el informe más minucioso que se edita en nuestro país sobre la actividad que ha tenido el sector biotecnológico a lo largo del año. La semana pasada presentó su informe 2019 en el que analizó los principales indicadores de esta actividad bajo el título “Preparados para la España del Mañana”.
De esta forma, AseBio hace atractivo y asequible la dinámica del sector para mejorar las relaciones con la administración pública, visibilizar la biotecnología en España y transferir estos contenido a la opinión pública mediante periodistas especializados. Todo ello en la clara línea de reforzar la sinergia entre ciencia y economía y atraer la inversión extranjera. Entre los principales indicadores del sector destaca:
* En cuanto a la captación de recursos financieros, en 2019 las empresas biotecnológicas captaron 103 millones de euros en ampliación de capital privado y el crowfunding se consolidó como una herramienta emergente.
* La inversión en I+D del sector biotecnológico español se ha incrementado en un 13%, alcanzando una cifra de 770 millones de euros en el 2018. El 71% de dicha inversión fue realizada por empresas puramente biotecnológicas, siendo el sector industrial el que más invierte en I+D.
* España es la 9º potencia mundial en producción en Biotecnología con un índice de impacto normalizado de un 30% superior a la media mundial. Además, el 23% de publicaciones españolas son de excelencia.
* En palabras de Ion Arocena, director general de AseBio: “si la financiación son las arterias, el talento es el cerebro del sector”. El número de matriculados universitarios en Biotecnología ha ido aumentando año a año, llegando a los 7.000 alumnos en el último ejercicio.
* Para la contratación de personal, las empresas biotecnológicas son intensivas en contratación de personal investigador. Es el 2º sector en porcentaje de personal investigador sobre empleados totales, de los que el 59% son mujeres.
* En cuanto al tejido empresarial, el número de empresas que relacionadas con la biotecnología creció hasta sumar 2.969 compañías, de las que 751 son biotecnológicas. Por campo de actividad, el 47% está dedicado a la salud y un 38% a la alimentación. Cataluña, Madrid y el País Vasco, en este orden, son los territorios con mayor número de compañías biotecnológicas.
* La internacionalización sigue jugando un papel fundamental y se mantiene creciendo más de un 4% -al año.
* En resumen y gracias a todo lo anterior, la Biotecnología genera un impacto que asciende en 2019 a 8.200 millones de euros en rentas, entorno al 0,7% del PIB nacional.

Durante su exposición, Ion Arocena puso en valor la “capacidad innovadora” del sector y cómo su respuesta distintas emergencias sanitarias lo ha puesto en relieve, destacando la presente del COVID-19. Además, es el único sector que aporta soluciones a retos como el envejecimiento, las enfermedades emergentes, la seguridad alimentaria, la agricultura sostenible y el cuidado del medio ambiente.
De mano de Nicholas Negroponte, fundador del MIT Media Lab, se resaltó la necesidad de colaboración en ciencia antes que dejar que impere la competitividad. A sus ojos, ilustró cómo la Biotecnología podría ayudar a diseñar el futuro, difuminándose la línea entre lo natural y lo artificial
En la misma línea y sobre la innovación biotecnológica, hizo su intervención Carlos Moeda, excomisario europeo de ciencia e innovación. Indicó el éxito de la estrategia que siguieron los países que antes consiguieron salir de la crisis de 2008, siendo éstos los que más invirtieron en I+D. Y pese a su pesimismo sobre los cambios reales de estrategia por parte de nuestro país, puntualizó como algo muy positivo el rápido acuerdo de recuperación europeo, comparándolo con el Plan Marshall que se aplicó tras la 2º guerra mundial.
El cierre del informe estuvo a cargo de la actual presidenta de AseBio, Ana Polanco; y del actual ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque. En la línea de lo ya comentado, Ana Polanco destacó la capacidad transformadora del sector para la sociedad, mientras que Pedro Duque clausuró el informe resaltando los esperanzadores resultados que está teniendo la Biotecnología española y la necesidad de una mayor inversión en I+D con el fin que en los próximos años dicha inversión se acerque al 2% de la media europea. De forma destacada y en palabras del propio señor ministro como cierre a su intervención, el mensaje para casa fue contundente: “Sin ciencia no hay futuro”.
Desde AsBioMad, como comunidad de biotecnólogos, tenemos claro nuestro compromiso con la ciencia y la innovación. Creemos en la Biotecnología como motor transformador de la sociedad, y sabemos que su papel va mucho más allá que dar respuesta a la pandemia de la COVID-19. Sin duda, resaltamos la necesidad de una mayor inversión en I+D+i y en empleo de calidad con condiciones que permitan afianzar nuestro talento y garantizar por un futuro más prometedor no solo para la comunidad científica, sino para toda la ciudadanía de este país. Porque #SinCienciaNoHayFuturo.
Para más información: Informe AseBio 2019