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Nuestra visita al CNB

Por Laura Martín

​El pasado 29 de octubre pudimos disfrutar de la segunda visita de AsBioMad de este mes. Tuvimos el gran privilegio de disfrutar, acompañados de grandes profesionales del Centro Nacional de Biotecnología, de la magnífica experiencia de ver el trabajo que realizan de primera mano, tal y como dicen “para descifrar los secretos de los seres vivos y aplicar los resultados de nuestras investigaciones a  mejorar nuestra vida”, y de ver realmente reflejadas estas palabras a lo largo de la visita, en los distintos departamentos que poseen (Estructura de macromoléculas, Biología molecular y celular, Genética molecular de plantas, Inmunología y oncología, Biotecnología microbiana y Biología de sistemas).

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​Tras una introducción sobre el Centro y un vídeo muy ilustrativo de la mano de Julia García López, nuestra curiosidad por el CNB aumentó tremendamente y fuimos conscientes realmente de lo que significaba el Centro, las labores que allí se realizaban y el impacto a nivel científico y para la sociedad que este tenía, pues además de la investigación; la divulgación y formación ocupan un lugar muy relevante en su día a día. Después, le llegó el turno a Ana Sanz Herrero, de la oficina de transferencia de tecnología. Gracias a ella pudimos comprender de qué manera el conocimiento generado en investigación básica del Centro pueda ser explotado para beneficiar a la sociedad, potenciar el Sector biotecnológico y la investigación tanto a nivel nacional como mundial. En esta labor tienen lugar distintas etapas que nos fueron explicadas muy claramente, en las que cobra especial relevancia el proceso de solicitud y obtención de patentes, contactos con empresas… Siendo fundamental un buen asesoramiento.
Por poner un ejemplo muy cotidiano, y a modo de curiosidad, sobre lo que “sale” del CNB y CSIC, ¿Sabías que “la Gula del Norte” fue inventada en este centro que, gracias a la transferencia de tecnología hoy las podemos tener en nuestros platos?

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Tras esta visión general y muy completa sobre lo que es el Centro, nos pusimos en marcha, dividiéndonos en dos grupos.

En primer lugar, el grupo 1, acompañado por Bernardo Rodamillas, visitó el invernadero, donde pudo conocer de primera mano cómo se produce la interacción planta-patógeno en infecciones virales. Mientras tanto, el Grupo 2 con Lluis Montoliu, se sumergió en el proceso de manipulación genética a través de modelos animales y con especial mención al proyecto EMMA (The European Mouse Mutant Archieve) y el fenotipado de ratones, un proyecto internacional en el que colabora el CNB y en cual el Servicio de criopreservación de embriones cobra una gran importancia. Además pudimos observar oocitos de ratones manipulados genéticamente recientemente fecundados y los distintos envases y técnicas utilizadas para transportar internacionalmente embriones, esperma y dichos oocitos.

En segundo lugar, el grupo 1, acompañados por Luis Ángel Fernández y Beatriz Álvarez pudieron descubrir cómo se puede usar la ingeniería de bacterias para aplicaciones biomédicas. A la par que el grupo 2, con Javier Chichón exploraba la estructura de complejos macromoleculares y la forma por la cual se pueden dilucidar, a través de técnicas como el microscopio electrónico (uno de los cuales, de enorme maquinaria, pantallas y cableado, suponía una de las últimas adquisiciones del Centro y que tuvimos la suerte de poder ver).

Y en tercer y último lugar, el grupo 1  fue conducido por Jose María Valpuesta a la planta baja, donde pudo disfrutar también de los microscopios electrónicos y aprender cómo se resuelven la estructura y función de las chaperonas moleculares. Mientras que el grupo 2, con Yolanda Carrasco, subió al Departamento de Inmunología y Oncología, aprendiendo más sobre el funcionamiento del sistema inmune, y más concretamente, el de la dinámica de las células B, la influencia de mutaciones en ciertos receptores para poder responder a quimiocinas y las enfermedades de tipo inmunodeficiente que pueden derivarse.

 

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La mañana fue completísima y muy provechosa, nos tomamos una foto de familia todos los que asistimos a la visita. Esta, además, supuso  rotundo un éxito, pues se completaron todas las plazas disponibles y nos encontramos con compañeros de todas las universidades en las que se estudia biotecnología, de distintos cursos, gente de máster y, otros, que ya habían terminado.

Nos sentimos orgullosos de haber elegido esta profesión, y nos fuimos con la sensación de que con la biotecnología se pueden hacer grandes cosas en muchos campos diferentes de la vida.  Que aunque ya lo supiéramos, en la visita lo vimos perfectamente materializado. Esta visita iba ser un impulso para nosotros. Todavía queda mucho por hacer y nosotros podemos ser los protagonistas, tanto dando a conocer esta labor con la divulgación, como, quizá, siendo dentro de unos años los que estén ahí, en el CNB, en este maravilloso Centro, desarrollando su labor investigadora y ayudando a la sociedad.

 


 

​El Centro Nacional de Biotecnología (CNB) forma parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la institución científica más importante de España. Además el CNB ha sido reconocido por un jurado internacional como uno de los ocho Centros de Excelencia “Severo Ochoa en el área de las Ciencias de la Vida y la Medicina”, y se encuentra de entre miles de centros de investigación en esta área de todo el mundo entre los 50 mejores y a nivel español, entre los 5 más sobresalientes.

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